La intención no es ridiculizar a la cantante poniendo en evidencia
sus imperfecciones físicas, sino demostrar que la belleza corporal
perfecta que vemos en cantantes, actrices, modelos y otras celebridades
no es una belleza natural, en la inmensa mayoría de los casos, sino una
creada a través de medios artificiales.
La meta de esta iniciativa educativa es romper con los mitos de la
belleza creados por el mundo de la moda, la publicidad, los medios de
comunicación y el cine con el propósito de que los jóvenes se den cuenta
de que los patrones y criterios de belleza a los que aspiran tienen un
nivel de perfección que es inalcanzable por la inmensa mayoría de la
gente en nuestra sociedad.
Este programa educativo, que tiene el apoyo del gobierno británico,
fue creado por la organización sin fines de lucro Media Smart con la
esperanza de combatir un problema cada vez más grave en nuestra
sociedad: la baja autoestima debido a la inconformidad de los jóvenes
con su propio cuerpo creada por el impacto que tienen los patrones de
belleza artificiales con los que son bombardeados constantemente a
través de los medios. Hay indicios, dijo a BBC Mundo la ministra
británica de Igualdad, Lynne Featherstone, de que existe una correlación
entre baja autoestima y estos patrones de belleza creados
artificialmente.
Esta iniciativa es loable pero existe otro problema aún más grave que
la baja autoestima y que debieron mencionar. Estamos hablando de la
anorexia. Muchos expertos también responsabilizan a la industria del
modelaje y otros medios de comunicación masiva de promover de manera
implícita una imagen de delgadez, en el caso de las mujeres, a la que
sólo se puede llegar si uno se muere literalmente de hambre.
La situación es tan grave en el mundo del modelaje que ya la pasarela
Cibeles en Madrid ha hecho obligatorio que toda modelo tenga un índice
de masa corporal no inferior al 18% para poder participar en los
desfiles de moda. Recientemente tuvieron que rechazar a tres modelos.
Precisamente eran británicas.
