Rita Ora nació en Pristina (la capital de Kosovo) en 1990, aunque con solo un añito su familia se trasladó a Londres, donde se ha criado. Desde pequeñita mostró inclinaciones musicales, y sus comienzos no han sido desde lo más bajo como para el resto de los nuevos talentos. Debutó en 2004 en un programa de la BBC para encontrar representante para Eurovisión -lo que aquí conocíamos como Operación Triunfo- pero no resultó elegida. Poco después comenzó a actuar en directo en bares londinenses hasta que un cazatalentos del sello Roc Nation se fijó en ella y la envió a Nueva York.
Detrás de Roc Nation está el mismísimo Jay Z, a quien le debemos el éxito de la mismísima Rihanna. Cuando conoció a Rita le encantó y al poco firmó con ella. Era el año 2009 y empezaba a grabar su primer disco con calma y con la mejor promoción posible: Rita apareció en un vídeo de Jay Z, que la tenía como protegida y la iba moldeando para convertirla en un bombazo comercial. Él mejor que nadie sabe cómo hacerlo.
Mientras su primer disco se iba perfilando, Rita iniciaba la carrera hacia la popularidad: su cercanía con Jay Z la convirtió en amiga de Beyonce ; en 2009, cuando aún era una desconocida recién llegada a Nueva York, vivió un apasionado romance con un también debutante Bruno Mars; era invitada a fiestas de postín en eventos que tenían tan poco que ver con su carrera como el festival de cine de Cannes. Ahora, parece que anda repartiendo su amor entre Rob Kardashian, hermano de Kim, y Harry Styles, de One Direction. Poquito a poco, Rita se iba haciendo un nombre dentro del show business.
En febrero de este año ya estaba listo el primer single de su trabajo de debut, How We Do (Party), uno de esos himnos juveniles que hablan de divertirse, irse de fiesta y hacer el loco. Una temática nada profunda pero perfecta para aquellos que buscan una canción fácil y pegadiza que guste a muchísima gente.
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