Valérie Trierweiler, una periodista de 47 años, hija de un padre inválido por la guerra y de una madre que debió trabajar durante años.A diferencia de Carla Bruni quien hasta cambió de look para seguir a su marido, Valérie no quiere casarse y se define como una mujer independiente. Definida como "socialmente de izquierdas" tiene tres hijos de dos matrimonios anteriores. Trabaja en Paris Match, un programa político que no se ajusta a su posible futuro como primera dama. "Seguiré trabajando de una forma u otra si François (Hollande) sale elegido", afirmó días atrás a un periódico francés.Conoció al actual candidato precisamente trabajando cuando cubría las actividades del Partido Socialista. En ese entonces Hollande estaba casado con la madre de sus cuatro hijos.Ya que ambos decidieron no casarse sólo por temas protocolares que incluirían a Hollande si llegara a ser electo, ser la novia tendrá algunas limitaciones frente a lo que tenía Carla Bruni.
No podrá participar en ciertas funciones ante jefes de Estado extranjeros y tampoco tendrá una oficina en la parte Este del palacio presidencial y un secretario personal, como Bruni.
Una de las cosas que quiere impulsar esta periodista es la ayuda a los niños en Somalia y a las mujeres inmigrantes de los barrios pobres de Francia. Ahora lo sabroso de esta historia es el romance al estilo francés que no puede dejar de tener entre su línes a la "amante". Fue inspiradora de un libro publicado por dos periodistas de Le Monde, "La Mujer Fatal", por haberse insmiscuido entre esta pareja de políticos. Ambos lo desmintieron y demandaron, hasta que en el 2010 hicieron publica la relación. Los periodistas, no mentían.
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