La Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) despojó el viernes a Lance Armstrong de sus siete títulos en el Tour de Francia para borrar de la historia uno de los más increíbles logros deportivos de un sobreviviente de cáncer.
USADA llegó a la conclusión de que Armstrong usó estimulantes. Armstrong, que se retiró hace un año, también fue suspendido de por vida del ciclismo.
El héroe que superó una dura enfermedad para cosechar títulos y fundar una organización para la lucha contra el cáncer ahora es oficialmente un tramposo a los ojos de la agencia antidopaje nacional.
USADA dijo en una información de prensa que la decisión de Armstrong de no llevar el caso a arbitraje le permite aplicar las sanciones y retirarle todos los resultados desde el 1 de agosto de 1998 hasta el presente, incluso los títulos en el Tour de 1999 al 2005. Armstrong ha negado insistentemente los cargos y dijo que era blanco de una "cacería de brujas" por parte de USADA.
El ciclista estadounidense había anunciado el jueves que dejará la lucha para que se retiren los cargos de dopaje que pesan sobre él desde hace una década. "Llega un momento en la vida de cualquier hombre en el que tiene que decir 'ya es suficiente'" , anunció el heptacampeón del Tour de Francia en comunicado que recoge la prensa estadounidense.
"El costo que ha tenido en mi familia y en mi trabajo para nuestra fundación me ha llevado a terminar con este sinsentido" , señaló Armstrong, superviviente a un cáncer y presidente de la fundación Livestrong.
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) sostiene que el ciclista, de 40 años, mantuvo un sistema de dopaje sistemático desde 1999 hasta 2005.
El pasado 29 de junio, la USADA acordó, de forma unánime, presentar formalmente cargos de dopaje contra Armstrong, ganador de siete Tour de Francia; contra los médicos españoles Pedro Celaya Lezema y Luis García del Moral; y contra el entrenador Pepe Martí, el asistente médico italiano Michele Ferrari y el director deportivo belga Johan Bruyneel.
La Agencia Antidopaje estadounidense, tras reunirse para decidir si había suficientes indicios contra el exciclista, acordó que el caso debía seguir adelante y dio a Armstrong la oportunidad de defenderse ante una comisión de arbitraje.