La británica Pinewood Shepperton se ha decidido a aprovechar las facilidades que una reciente ley en República Dominicana ofrece a la industria del cine, y ha iniciado en el este del país caribeño los trabajos de una gigantesca instalación con la que pretende, no solo acceder a mercados del Caribe, sino también a Centro y Suramérica.
UNA GRAN INVERSIÓN CON MUCHAS EXPECTATIVAS.
Una inversión de 50 millones de dólares y la asociación con uno de los más importantes grupos económicos dominicanos crea una nueva firma -Pinewood Indomina Group- y da a los renombrados estudios ingleses el pivote con el que esperan 'morder' una parte de los 3.100 millones de dólares que se estima gastarán en entretenimiento cinematográfico los casi 600 millones de latinoamericanos para 2014.
Esa nada despreciable suma representa un crecimiento del 5,2 por ciento con relación a los 2.400 millones de dólares que gastó la región en ese renglón en 2009.
La ubicación de los estudios se ha escogido estratégicamente, además de que serán las instalaciones más grandes, completas y modernas en diseño y funcionalidades de toda la región del Balneario de Juan Dolio, a unos 45 minutos de Santo Domingo y de sus escenarios de la Zona Colonial de la capital, donde se encuentran la mayoría de las empresas técnicas de cine dominicanas.
"Pinewood Shepperton no hace más que agregar en su punto de mira a los latinoamericanos, tal y como lo ha hecho recientemente en Toronto (Canadá), Berlín (Alemania) e Iskandar (Malasia), o lo que es lo mismo: un mayor acceso a mercados estratégicamente importantes de América del Norte, Europa y el Sudeste asiático", destaca el presidente ejecutivo de la firma británica, Ivan Dunleavy.
El directivo reveló esta estrategia durante la apertura de los trabajos de construcción de Pinewood en territorio dominicano, cuya primera fase consiste en cuatro escenarios de sonido que cubrirán 7.344 metros cuadrados e instalaciones auxiliares de apoyo, por un total de 20.027 metros cuadrados en una superficie de once hectáreas.
La firma británica se asoció para el proyecto con Indomina Group, filial del Grupo Vicini, el segundo mayor productor de azúcar y derivados de la caña del país, con inversiones también en los sectores turismo, energía y alimentos.
"Ahora tenemos el placer de unirnos a Indomina Group para establecer una presencia aquí en la República Dominicana, que actuará como un centro para acceder al Caribe, Centro y Suramérica. Se trata de mercados cada vez más influyentes y crecientes", revela Dunleavy. Los estudios esperan, asimismo, que los gastos en concepto de ventas de entradas a los cines en Latinoamérica aumenten de 1.400 millones de dólares en 2009 a 1.900 millones de dólares en 2014, lo que representa un crecimiento anual del 5,3 por ciento.
El atractivo "anzuelo" de la nueva Ley de Cine dominicana ofrece un crédito fiscal de hasta el 25% para quienes inviertan en la producción de obras cinematográficas y audiovisuales filmadas en esta nación.
UNA LEGISLACIÓN FAVORABLE.
Además, la legislación dispone que los estudios de filmación o grabación que se establezcan en el país disfrutarán de una exención del ciento por ciento del pago del impuesto sobre la renta obtenido en su explotación durante los próximos quince años.
Asimismo, establece que por un período de cinco años podrán importarse libres de impuestos los bienes de capital requeridos para la instalación de los estudios.
El aterrizaje de la filmadora en suelo caribeño ha sido bien acogido por productores y directores dominicanos, quienes consideran que esto reduciría considerablemente los costos de producción de los filmes y crearía decenas de puestos de trabajo en un país cuyo desempleo supera el 25 por ciento.
"Nosotros estamos extremadamente orgullosos de que Pinewood haya escogido este país para hacer estos estudios", apunta Alfonso Rodríguez, uno de los más activos realizadores locales.
El cineasta asegura que los estudios ingleses contribuirán a la expansión del cine dominicano, que se beneficiará de menores costos y de tecnología de la más alta calidad. De acuerdo a la visión del realizador, el incentivo del 25 por ciento de crédito fiscal para las empresas que respalden el cine dominicano, hará que el renglón disponga de alrededor de 6.000 millones de pesos (unos 157 millones de dólares / 108 millones de euros) al año para sus producciones.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, destacó las ventajas de esta iniciativa durante el acto de apertura de los trabajos y consideró que si se logra asociar el turismo -uno de los motores económicos del país- con el desarrollo de la cinematografía y la producción televisiva, se conseguirá "atraer celebridades a la República Dominicana".
Estos famosos, en opinión del gobernante caribeño, "invertirán en la adquisición de un segundo hogar" en el país y "se convertirán en difusores internacionales de las bondades de la República Dominicana".
El embajador británico en República Dominicana, Steven Fisher, ve la iniciativa como un nuevo paso en la estrategia inglesa de recuperar el terreno perdido en lo que a inversiones se refiere en América Latina.
"Las relaciones comerciales transitan por el camino correcto. Sin embargo, todavía estamos lejos de lograr el nivel de inversión y comercio que deberíamos ver entre la sexta economía mundial y la economía más importante y estable de la región del Caribe", razona el diplomático.
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